Al Cádiz CF no le salen las cosas y ha vuelto a sufrir una dolorosa derrota, esta vez ante el Huesca en el Alcoraz. El gol de Sobrino al final del encuentro ni siquiera sirvió para maquillar la mala imagen del equipo de Paco López que sufrió dos penaltis en contra en la primera parte y que desaprovechó una pena máxima al final del encuentro. Ni en ataque ni en defensa el Cádiz mostró seguridad y solo inquietó la portería rival cuando todo estaba acabando.
La SD Huesca dominó la primera parte y nunca dio opciones al Cádiz que se mostró impotente y sin ideas, a pesar de los cuatro cambios en el once con respecto a la semana pasada. Aunque la primera parte no fue de gran protagonismo en las áreas, el colegiado señaló dos penaltis a favor del Huesca; el primero bastante claro, el segundo muy discutido, tras un leve agarrón de Fali que cayó lesionado en la jugada. Si pita ese penalti, debería de haber pitado otro similar en el segundo tiempo por un agarrón a Chris Ramos pero Pérez Hernández no midió con el mismo rasero la intensidad de los agarrones.
Segunda parte para olvidar
Sin excusa ninguna, el Huesca se marchó al descanso con ventaja tras fallar el primer penalti y en el minuto 3 de la segunda mitad asestó un golpe mortal en una gran contra (que siguió al penalti no señalado y que protestaron los amarillos). A partir de ahí, las carencias se hicieron más visibles y donde había agujeros, aparecieron socavones en los que el equipo oscense entraba con mucha facilidad en una defensa que quedó retratada en el tercer gol de Kortajarena; Increíble ver el gol y la fragilidad defensiva del Cádiz.
Ya al filo del noventa, el colegiado señaló un penalti a favor del Cádiz que erró también Alcaraz como hiciera Sielva en la primera parte, desde el mismo punto de penalti. Habría que revisar ese lugar del césped, pensarán muchos. Acto seguido, tras mandar el balón al limbo, una buena dejada de Chris Ramos (que provocó el penalti) a Carlos Fernández acabó con una gran parada y un rechazo cazado por Sobrino. Poco más ocurrió, salvo una gran parada de Jiménez a cabezazo de Chris Ramos en el 95.
El resultado es doloroso pero la imagen lo es mucho peor. El equipo no encuentra el equilibrio entre defensa y ataque y sufre mucho para defender cualquier tipo de jugada. La sensación es de que hay poca confianza en lo que se puede lograr y demasiada inseguridad que se traslada al terreno de juego. Habrá que ver cómo sale de ésta un Cádiz que se mete en la zona baja de la tabla y que ha salido escaldado de cada del líder como ya salió la semana pasada ante una afición enfadada con todo lo que está ocurriendo.