Manuel Vizcaíno anunció en la previa del duelo ante la Real Sociedad que el Cádiz CF no haría fichajes en el mes de enero a pesar de la apertura del mercado. Quizás sinceridad o quizás estrategia. Habrá que verlo, pero la realidad es que desde la dirección deportiva y el cuerpo técnico son conscientes de que la plantilla puede mejorarse en dos demarcaciones concretas: el centro del campo y el eje de la zaga.
Tras las palabras del presidente, Sergio González manifestó, con razón, que “hay mucha gente en el debe de más minutos” y que “el mejor refuerzo para nosotros sería que esos jugadores cogieran la forma”. Y es que existe un abanico de futbolistas que, por una u otra razón, no han mostrado un buen rendimiento durante el primer tramo de campaña: Fede San Emeterio, Sergi Guardiola, Darwin Machís, Robert Navarro, Zaldua, Meré, Víctor Chust, Javi Hernández, Escalante, Sobrino o Maxi Gómez son varios ejemplos.
Las ventanas son para aprovecharlas: un central, en el foco
Eso sí, el técnico catalán también comentó que las ventanas son para aprovecharlas, y lo cierto es que el Cádiz tiene margen de mejora. Desde el club no contemplan reforzar la delantera a pesar de la lesión de Roger Martí, pero el caso del eje de la zaga es mucho más delicado ya que, hasta el momento, no ha habido ningún central que se haya asentado como la mejor pareja de baile para Fali. Además, es preocupante, a la par que llamativa, la situación de Jorge Mere, que no cuenta para Sergio. Por otro lado, Luis Hernández aún debe confirmar el estado de su rodilla, que se está alargando más de lo esperado, mientras que Víctor Chust parece que está, progresivamente, alcanzando su nivel.
Más difícil será convencer y acabar acometiendo alguna incorporación en la medular. Tan solo falta Escalante por estar recuperado y parece que la posición está bien cubierta, aunque existe el ruido lejano de fichar a un futbolista de un corte parecido al de Fede San Emeterio. Falta poco menos de una semana para la apertura del mercado y, a pesar de las palabras de Vizcaíno, no sería de extrañar que la línea defensiva saliera reforzada.
