Los problemas crecen y al Cádiz no paran de salirle complicaciones por todos lados. A su tremenda y preocupante falta de gol se le suma una fragilidad defensiva que continúa vigente y que propició una nueva derrota del Cádiz CF en Pamplona. El Cádiz tuvo tramos en los que fue mejor y mereció más pero casi nunca encontró la portería rival con facilidad. Una nueva derrota, seis meses sin ganar y un mes sin ver portería. Así es imposible.
Modificó el sistema y dio solidez defensiva al equipo con tres centrales. Meré entraba en la defensa con Fali por delante de él y de Chust y Zaldúa debutaba con Pellegrino en la titularidad en lugar de Iza Carcelén. Arriba el esperado Juanmi partía de inicio con Chris Ramos acompañando y tirado a banda. Al menos no se le podía reprochar al técnico argentino que no buscara soluciones desde el inicio.
Cuando un equipo está preocupado por lo que le sucede, las cosas no suelen salir bien. El Cádiz empezó bien, mejor que Osasuna y una jugada de estrategia acabó con el remate franco de Fali a las manos de Herrera. Estaba solo y falló lo que no se debe fallar en esta situación. Y la situación cambió, Osasuna comenzó a dominar la pelota y con ella llegaron los problemas para un Cádiz que, pese a la acumulación defensiva, daba muestras de nerviosismo cada vez que la pelota rondaba el área de Ledesma. Y en eso tenía mucha culpa Mojica que estaba destrozando en velocidad a Zaldúa. Budimir también falló solo un remate en el punto de penalti que se marchó fuera.
El partido se abrió y Robert Navarro dominaba el ataque visitante que volvía a poner de manifiesto, una y otra vez la falta de gol que tiene. Chris Ramos recibió un gran pase tras una excelsa jugada individual de Navarro pero su disparo se fue fuera; el delantero gaditano tiene muchas cosas pero no tiene gol, precisamente, al menos le cuesta demasiado ver portería en ocasiones claras.
La primera parte concluyó con un quiero y no puedo de los dos equipos pero, sobre todo, de un Cádiz necesitado que no terminó de materializar lo mucho que generó y que acabó mandando un balón por encima del travesaño en la última de la primera parte en la que Meré falló también solo. Así no se puede.
Falta de gol a pesar de las ocasiones
Al Cádiz le faltan muchas cosas pero, especialmente gol. Puede y quiere pero no encuentra premio por más que lo intente. Es como si hubiera un telón de acero en los últimos metros de su ataque y un ejército de nubes negras que oscurecen la última decisión, el último pase, el último disparo. Muchos nos preguntamos qué hace Maxi Gómez en el banquillo de este equipo y por qué no está para jugar de inicio, qué le falta. Porque con Robert Navarro solo no basta.
El jugador cedido por la Real Sociedad sigue siendo el mejor del equipo pero con él no es suficiente. Su descaro, el regate y la vocación ofensiva no tienen continuidad en sus compañeros, lejos de un nivel apto para ganar de manera sobrada. Al menos en la segunda mitad arrancó con la misma intensidad y con la misma buena presión en tres cuartos de cancha.
La segunda mitad tuvo de todo, también polémica. Un manotazo de Mojica sobre Alejo (que entró pudo ser la segunda amarilla que el árbitro no vio. Acto seguido, empujón (carga legal dijeron) sobre Juami dentro del área que tampoco nadie vio.
A punto de agitar el banquillo Pellegrino con la entrada de Maxi y el debut del maliense Samassékou con media hora de partido por delante, se adelanó con un golazo Osasuna: Centro tremendo desde la derecha, remate de Budimir ganándole el cabeceo a Fali. Y el Cádiz, otra vez, por detrás.
Un equipo sin alma
Y si a este equipo le cuesta llevar la iniciativa, levantarse de un palo como el de Budimir no es tarea sencilla. En situaciones como ésta, donde la cabeza no manda a las piernas y las piernas no terminan de responder del todo, las preocupaciones son superlativas. El Cádiz no merecía ir perdiendo el partido pero lo hacía, lo hizo y sin tener una explicación clara a lo sucedido. O sí, más efectividad, se podría decir.
Incluso el colegiado perdonó un penalti de Fali en el tramo final del partido en un claro agarrón de Fali a Budimir. El Cádiz lo intentó con más corazón que cabeza, con todos los delanteros posibles en el campo -salvo Chris- pero sin una sola ocasión clara de gol desde la del mencionado Ramos en la primera parte. A la contra, tras un desastroso disparo de treinta metros de Pires, Budimir marcó el segundo. El Cádiz estaba volcado pero no tiró a puerta en toda la segunda mitad.
No hay seguridad defensiva, hay fragilidad y hay cero confianza. El Cádiz tiene muchos más problemas que el gol (lleva un mes sin marcar) y nada hace indicar que la situación vaya a cambiar en lo que queda de temporada, dejando la situación en manos, una vez más, de los rivales, esperando el milagro de que el Celta pierda también ante el FC Barcelona y conseguir hacer lo que no ha hecho en seis meses: Ganar un partido y hacerlo ante un rival directo, puede que el único de aquí a final de temporada.
Ficha técnica:
CA Osasuna: Herrera, Peña (Areso 58′), García, Herrando, Mojica (Juan Cruz 68′); Oroz (Barja 79′), Muñoz (Ibáñez 58′), Moncayola; García (Torró 77′), Budimir Moi Gómez.
Cádiz CF: Ledesma; Zaldúa (Alejo 46′), Chust, Meré (Guardiola 76′), Pires; Fali, Alcaraz, Robert (72′ Darwin), Chris (Maxi Gómez 65′), Escalante (Samassékou 65′); Juanmi.
Árbitro: Hernández Maeso (comité extremeño) que amonestó a Zaldúa, Mojica, Pires, Oroz, Ibáñez.
Goles: 1-0 Budimir (62′)