El Cádiz de Paco López parece haber encontrado un esquema definido a estas alturas de la temporada. En dicho esquema o formación, hay varios futbolistas que son claves o indiscutibles para el técnico valenciano y que, a día de hoy, parecen lejos de salir del once inicial. Uno de ellos es, sin duda, Bojan Kovacevic, un fijo en la defensa del Cádiz CF.
Correcto y cumplidor
Lo cierto es que el joven serbio se ha erigido como el defensor más correcto y cumplidor del conjunto amarillo. «Soy muy optimista, creo mucho en mí y creo que puedo cumplir todos los objetivos que plantee el míster». Estas fueron las palabras del central balcánico en su presentación como nuevo jugador del Cádiz.
Tal y como dijo en su primer día como cadista, Kovacevic cree firmemente en su potencial y en sus cualidades como jugador. Cuando está en el césped, demuestra que es el primer conocedor de sus virtudes y limitaciones. Este es el principal motivo por el que Bojan acumula seis titularidades consecutivas. No arriesga lo más mínimo, no trata de demostrar cosas por encima de su nivel, se hace fuerte por arriba y disputa los duelos con mucha intensidad y contundencia.
Ocho jornadas sin debutar
Los comienzos y la adaptación a un nuevo país no suelen ser nada fáciles. Si no, que se lo digan a Bojan Kovacevic. El zaguero serbio estuvo ocho jornadas sin debutar con el Cádiz CF. Durante ese tiempo, Paco López afirmaba en rueda de prensa que Bojan trabajaba muy bien pero que su proceso de adaptación iba poco a poco. Fue ante el Eibar donde Bojan partió de inicio y, desde entonces, no ha salido del once titular.
El tándem formado por Víctor Chust y Bojan Kovacevic es inamovible a día de hoy en el cuadro amarillo. El valenciano es el encargado de sacar el balón jugado con su gran desplazamiento mientras que el serbio se limita a mantener la posición y evitar las acometidas rivales.
Sin tener actuaciones sobresalientes, a Bojan Kovacevic le ha bastado con no extralimitarse y ser un tipo correcto en defensa. Por otro lado, jugadores como Fali o Glauder parecen haber quedado en un segundo plano en la zaga amarilla. Sobre todo Glauder, que desde aquel grave error ante el Málaga, parece que ha perdido la confianza del míster.