Que una de las claves del éxito amarillo en la presente temporada está siendo la solidez defensiva es algo muy evidente. Pero, ¿hasta qué punto el buen hacer del Cádiz CF en esta faceta está marcando un antes y un después en los registros cadistas? En los últimos días, tras la victoria sobre el Huesca, son inevitables las comparaciones, siempre odiosas y delicadas, entre el cuadro que dirige Gaizka Garitano y el que dirigió Álvaro Cervera en una de las etapas más exitosas de la historia del club.
El ecuatoguineano sostiene el honor de ser el último entrenador en lograr un ascenso a Primera (también logró el ascenso a Segunda) y, una vez alcanzada la máxima categoría, igualar la mejor clasificación histórica de la entidad. Unos números que están auspiciados por el cariño de la parroquia gaditana, que lo despidió extraoficialmente como la leyenda que es, y por la sensación ya lejana de haber vivido una época irrepetible.
Pero el fútbol, como la vida, son ciclos. Y ahora el dueño del banquillo del Cádiz se llama Gaizka Garitano y, a pesar de no ser un maestro de la oratoria ni un genio de las frases para la historia, es un técnico como la copa de un pino. Un entrenador que sabe absolutamente en todo momento lo que quiere y lo que necesita el equipo. Conoce a la perfección la categoría y entiende sus códigos secretos que a veces no tenemos en cuenta los juntaletras. Y claro, después de nueve jornadas y con el equipo líder es inaplazable el pensamiento de que este equipo recuerda, por sentimiento de pertenencia, convicción en un idea y compañerismo en el vestuario a aquel que fue capaz de hacer historia.
Los números defensivos que respaldan al Cádiz de Gaizka Garitano
Más allá de las sensaciones, los números respaldan a Gaizka Garitano. Porque este Cádiz es el Cádiz que menos goles ha encajado en las primeras nueve jornadas de campeonato en la última década. El equipo del pasado que, al menos, consigue igualar al actual conjunto amarillo es el de la 2015/16, que también sumaba tan solo seis goles recibidos en los primeros nueve encuentros. Eso, cuando el club navegaba por la temida y ya extinta Segunda División B. Ahora, repite registros para auparse hasta el liderato de la categoría de plata.
Dicho de otra forma: este Cádiz, que es el segundo equipo menos goleado de la presente campaña por detrás de la UD Las Palmas, mejora los números de Álvaro Cervera en cualquiera de las temporadas que el ecuatoguineano asumió las riendas del grupo. El año del ascenso, en el curso 2019/20, tras nueve jornadas disputadas los amarillos recibieron ocho tantos. La campaña que más se acerca es la 2017/18, cuando a estas alturas el equipo cadista tan solo encajaba siete goles, pero únicamente había anotado cinco y vivía en la zona media de la tabla.
Unos datos que auspician aún más un bienestar defensivo que no solo se comprende mirando a la línea de retaguardia. Es el bloque al completo el que está permitiendo ver al Cádiz más sólido de la última década. Las comparaciones son odiosas y Cervera es un Dios en la Tacita, pero en esta partida gana Garitano. Aunque las historia son como acaban, no como empiezan.
