La victoria ante el Real Oviedo, por la forma y por el significado, suponen más que tres puntos. Es la primera vez que el Cádiz gana en su casa esta temporada y no lo hacía desde el pasado mes de mayo. Bajo una lluvia tremenda, con una afición entregada al equipo pese al aguacero y con un equipo realizando el partido más completo de la temporada, los tres puntos permiten a los de Paco Löpez respirar. Y también a un técnico criticado de manera injustamente y que recibió la celebración de ambos goles en el banquillo como agua de noviembre.
Los dos goles, de Iza primero y de Chris al final suponen un aire fresco a un equipo que no sabía ganar en casa. A pesar de los muchos intentos, de intentarlo siempre, no había tenido la fortuna de cara y lo ha logrado ante un rival que venía en alza. El partido ha sido el más completo, con una alineación marcada por la presencia de Mwepu en el once titular, la vuelta de Matos -de lo mejor del partido- y de David Gil, apenas unos días antes del partido de Copa en el que habrá también cambios. Y Kovácevic, que pese a algunas imprecisiones puntuales, se mostró firme y sólido en el eje de la zaga por segundo partido consecutivo.
Efectividad compromiso
El Cádiz ganó y convenció. Lo hizo sin los alardes ofensivos y la vistosidad de otros encuentros en los que el resultado no estuvo de cara y no brilló la identidad clara de un equipo hecho y derecho sin fortuna en los últimos metros, con los árbitros ni tampoco en defensa. Hoy salió todo. El Oviedo no se acercó a la portería de David Gil con peligro y el Cádiz supo gestionar los tiempos y aprovechar los fallos como el de Moyano al filo del descanso; Iza aprovechó el mal despeje para meter el primero.
La segunda mitad, lejos de aparecer una cara B como en anteriores partidos, el Cádiz siguió firme y sólido. No sufrió, no padeció ni tuvo ataques de pánico como antes había sucedido. Es un mensaje claro de que hay equipo y de que la lucha continúa pero es evidente que este equipo quiere más y va a pelear por más.
Los dos tantos pudieron ser tres de no ser por un gol absurdamente anulado por el colegiado. A Alcaraz le birlaron el tanto por una leve falta de -si es que la hubo- de Escalante en la pugna por una pelota. Se está acabando el fútbol de contacto y ahora estamos ante otra cosa. El VAR llamó al colegiado que no vio nada a un metro de la jugada y sí cambió su opinión ante el monitor. Ver para creer.
Pero ese tanto anulado permitió al Cádiz seguir creyendo y dos minutos después el propio Alcaraz puso una pelota parada a la cabeza de Chris Ramos que marcó en casa un año después. El futbolista gaditano también repite en una día marcado por la solidez y la clarividencia de un equipo que sabe lo que quiere pero al que no le están saliendo bien las cosas. Este partido puede ser el punto de inflexión necesario para encontrar ese camino.
Ficha técnica:
Cádiz CF: David Gil; Iza Carcelén, Kovacevic, Víctor Chust, Matos; Ontiveros, Rubén Alcaraz, Rominigue Kouamé, Brian Ocampo; Carlos Fernández y Mwepu.
Oviedo: Aarón Escandell; Álvaro Lemos, Oier Luengo, Dani Calvo, Alhassane; Alberto del Moral (Sibo 60′), Colombatto, Sebas Moyano (Hassan 54′), Ilyas Chaira (Masca 71′); Santi Cazorla (Álex Cardero 60′) y Alemao (Paraschiv 71′).
Árbitro: Iosu Galech Apezteguía. Amonestó a los visitantes Alhassane y Kwasi Sibo.
Goles: 1-0, Iza Carcelén (45′); 2-0, Chris Ramos (86′)