Un empate puede saber a mucho o a poco, según transcurra un partido y el del Cádiz con el Athletic no sirve para romper la racha de cinco meses sin ganar pero sí la de tres partidos consecutivos perdiendo. Y mostró cosas interesantes de los amarillos porque los de Pellegrino propusieron mucho en la primera mitad y apenas sufrieron ante el Athletic Club en todo el partido por lo que no es injusto un empate que reparte un punto para cada uno y que, en el caso del Cádiz, siempre es bienvenido, pero la sensación es que los de Pellegrino merecieron más. Las sensaciones, eso sí, fueron muy positivas todo el choque. Si se acierta en el mercado de invierno, éste equipo no tendrá problemas para salvarse.
Con apenas cuatro entrenamientos y varios lesionados de importancia, poco margen tenía Pellegrino en su primera comparecencia como técnico para cambiar en el once inicial. Chust sustituía a Luis Hernández, Pires en el carril izquierdo y Sobrino regresaba tras cumplir los dos partidos de sanción. La vida seguía igual para hombres como Maxi Gómez que empezaron, una vez más, en el banquillo.
El Athletic tampoco le iba a la zaga y, tras el esfuerzo copero, ponía en lilza algunos nombres menos habituales y dejaba en el banquillo a otros habituales como el menor de los Williams. Con esas premisas el equipo de Mauricio Pellegrino arrancó con la intención de dominar, con un 4-4-2 muy parecido a lo que se venía viendo en un equipo que llegaba al encuentro con casi cinco meses sin ganar.
Mejor primera mitad
Y salió mejor el Cádiz, mejor posicionado, con algunas ideas claras como buscar siempre arriba la carrera o la cabeza de Chris Ramos y con una buena presión en mitad de la cancha. La consigna en la primera parte del Cádiz fue la “a” del abecedario: Llegar a zona de banda, buscar un centro y un remate, simple. Y eso fue lo que el Cádiz hizo durante todo el primer tiempo, dejando sin margen alguno de maniobra a un Athletic lejos de zonas de peligro y logrando remates interesantes pero sin fortuna.
Logró el conjunto gaditano ser el mejor, al menos el que más propuso, el más necesitado, pero con la habitual falta de pegada en los últimos metros, el mal endémico de este equipo. Sobrino tuvo una buena ocasión al filo del descanso pero su disparo lo envió Unai Simón a Córner, igual que había enviado anteriormente un buena falta de Alcaraz. El encuentro se fue al descanso con el empate a cero pero, sin duda, había sido el equipo de Pellegrino el más propuso y mereció.
Sin ocasiones en la segunda parte
La segunda parte poco o nada de peligro tuvo en el área del Athletic. El Cádiz, más replegado, no insistió ni creó tanto como al principio, siendo incapaz de ser mínimamente peligroso. Los de Valverde hicieron un triple cambio y con ellos el partido cambió, al menos fue dominado más por los leones que controlaron la pelota y las dos áreas sin ser, eso sí, excesivamente peligrosos. Lo más peligroso de la segunda parte llegó en el 94 con un Fali que se jugó un penalti que ni el árbitro ni el VAR consideraron pero que podía haber sido estudiado, al menos considerado.
Y el partido transcurrió por un mar en calma la mayor parte del tiempo con pocas ocasiones y con un, extrañamente inseguro Ledesma. El encuentro sirvió para sumar un punto, minutos y sensaciones en un equipo cuyo nuevo entrenador apenas ha podido aplicar unos pocos parámetros tácticos a un equipo que necesita refuerzos de manera urgente y que volvió a dar sensaciones de estar muy vivo pero que volvió a mostrar graves problemas ofensivos donde el gol brilla por su ausencia.
Ficha Técnica:
Cádiz CF: Ledesma, Iza, Fali, Chust, Pires; Alcaraz, Escalante, Alejo, Robert Navarro (Ocampo 80′); Chris Ramo (álex 85′), Sobrino (Guardiola 72′).
Athletic Club: Simón, De Marcos, Vivian, Álvarez (Jauregízar 51′), Lekue (Yuri 50′); Herrera, Vesga (Sancet 51′), Williams, Gómez, Ares (Nico 63′), Villalibre.
Árbitro: Busquets Ferrer (Comité Balear) que amonestó a Vesga, Lekue, Alcaraz, Fali, Alejo, Escalante.
Goles: 0-0
