No ha podido el Cádiz romper la racha negativa sin ganar y suma su tercera derrota consecutiva en este 2024, condenando el destino de Sergio González al que le quedan pocas o ninguna opción de seguir siendo entrenador cadista. La imagen en Mendizorroza no fue mala pero tampoco buena, volviendo a poner de manifiesto la nula capacidad ofensiva de un equipo sin ideas de tres cuartos para adelante y que va camino de cinco meses sin ganar, demasiado tiempo para mantener al técnico al frente de una plantilla mermada, sin confianza ni ideas.
Llevar tanto tiempo sin ganar pesa y se nota. Al Cádiz le pasa, le sucede lo que sucedería a cualquiera en esta situación y a la que se suma la incertidumbre de Sergio González en el banquillo. A pesar de todo, el equipo amarillo compitió en la primera parte, defendió bien, salvo con el susto de Guridi al larguero que fue lo más destacado del primer tiempo.
Con Guardiola perdido y desatado, con Zaldúa por Iza y con Chust por Luis Hernández, Sergio volvía al 1-4-4-2, sin inmutarse y confiando en salvar la bola de partido. En circuntanscias normales, viendo la actitud de los jugadores, el compromiso y la presión alta nadie suspendería al técnico. En el debe, eso sí, la nula producción ofensiva de un equipo que en el primer acto fue incapaz de probar a Sivera. Bueno, en realidad, casi lo consigue Iván Alejo con una presión inesperada cuyo rechace casi se cuela y un tímido cabezazo de Chris desde el punto de penalti que fue sencillo para el cancerbero local.
La falta de confianza, el click del que habla Sergio, es muy necesario en un equipo que lleva más de cien días sin ganar y que ha estado lejos de hacerlo en este 2024. El segundo acto requeriría mucho más que el primero para ganar el choque, eso estaba claro.
Pifia de Alejo, penalti y a remar
Sin embargo las situaciones en la vida cambian en un segundo. El ímpetu a veces bueno de Alejo es casi siempre contraproducente y en el inicio de la segunda parte provocó un penalti absurdo sobre Kike García que puso el primero en el marcador. Así es imposible, contra eso es difícil luchar. Y,, una vez más, el Cádiz se encontró con la cara b, como tantas veces esta temporada. Tras una primera parte muy decente, se vio con el marcador en contra y tuvo que remar contracorriente por enésima vez.
Lo intentó con sendos cabezazos de Chris Ramos que se marcharon desviados; el segundo de ellos fue un agarrón sobre el delantero gaditano que el colegiado no vio y el VAR no consideró. Agarrón hubo, penalti pudo ser, pero es el eterno problema (otro de muchos) del Cádiz y los árbitros: Casi nunca es a favor en caso de duda.
Sergio y el Cádiz, caminos separados
Y cómo deben de andar las cosas, también sirvió como mensaje, para poner por delante de Maxi Gómez a un debutante canterano. Eyong entró sustituyendo a Maxi Gómez, fuera de forma y de compromiso, dando entrada Sergio a un chico que debuta en Primera en su primera convocatoria. Así están las cosas en un Cádiz que espera como agua de mayo los goles o la presencia, al menos, de un delantero como Juanmi, más cerca que nunca de cerrar su llegada al club.
El Cádiz perdió porque no supo atacar, porque apenas inquietó la portería de Sivera en una nueva muestra de que el equipo está encallado como un barco sin rumbo, con anclas que tienen varado el barco en un mar sin fondo. La destitución del técnico puede que ni siquiera sea la solución pero nadie va a ponerle una objeción a una decisión del club que podría llegar en las próximas horas.
Ficha técnica:
Deportivo Alavés: Sivera, Gorosabel, Marín, Duarte, López; Guridi (Benavides 83′), Blanco (Tenaglia 91′), Guevara; Rioja (Simeone 91′), Kike Gacía (Omorodion 75′), Vicente (Sola 75′).
Cádiz CF: Ledesma, Zaldúa (Iza 87′), Fali, Chust, Lucas Pires (Negredo 87′); Escalante (Álex 76′), Alcaraz, Robert Navarro, Alejo (Ocampo 69′); Guardiola Eyong 69′), Ramos.
Árbitro: Muñiz Ruíz, comité gallego, que amonestó a Guardiola, Alejo, Pires, Fali,
Goles: 1-0 Rioja (51′ penalti)
